
Albert Camus, el testigo de la libertad
Hoy, el diálogo ha sido reemplazado por la polémica y el insulto. La desgracia es que estamos en una época de ideologías, y de ideologías totalitarias, tan seguras de sí mismas, de sus razones imbéciles o de sus verdades cerradas, que no ven otra salvación para el mundo que su propia dominación.