
Misa de segundo aniversario de Conectorium (en el Vaticano) *
¿Quién soy? No sé. Soy todo, soy todos, soy uno. Agradecí, me resigné, acepté, pedí por mis seres queridos (¿quién tendrá la grandeza de pedir por los que no quiere, o por los que conoce?), pedí perdón por mis pecados y me creí de nuevo lo de mis culpas.