El mundo libre, la OTAN y los derechos del hombre * (featuring Hannah Arendt)

Contexto Condensado

Capítulo de 7 de nuestra serie sobre la guerra de Ucrania.

Año 1990: Ucrania se re-independiza. El '91 lo confirman en un referéndum; el '94 firman un tratado de soberanía y protección a cambio de entregar sus armas nucleares; el '97 un tratado de amistad con Rusia a cambio de 100 millones de dólares anuales por el alquiler del puerto de Sebastopol, ciudad que está en la península de Crimea. Veamos un ratito las etapas de la OTAN, y las etapas de Ucrania con la OTAN, que tienen su propia historia.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte se firma en abril de 1949 en Washington, con el fin de defender a cualquiera de sus miembros de la invasión o el ataque extranjero. Nace ante la preocupación de la política expansionista de la URSS (Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas), y con la idea de defender lo que en inglés se llama comúnmente the free world. En español, el mundo libre es un término poco utilizado; algo tendrá que ver la cultura del idioma. Quizá sea más común el uso de Occidente en vez de mundo libre, the West en vez de the free world. La mejor definición de este término la encontré en el mejor análisis de esta guerra que he leído, gracias a uno de ustedes que me lo hizo llegar. El artículo se llama La Debilidad del Déspota, (aquí el original en inglés), una entrevista a Stephen Kotkin, “uno de los más profundos y prodigiosos escolares de la historia rusa; su obra maestra es una biografía de Stalin”. Ahí, Kotkin describe:

“Occidente es una serie de instituciones y valores. Occidente no es un lugar geográfico. Rusia es europea, pero no occidental. Japón es occidental, pero no europeo. «Occidental» significa estado de derecho, democracia, propiedad privada, mercados abiertos, respeto por el individuo, la diversidad, el pluralismo de opinión, y todas las demás libertades que disfrutamos, que a veces damos por sentado. A veces olvidamos de dónde vinieron. Pero eso es lo que es Occidente. Y ese Occidente, que ampliamos en los años noventa, en mi opinión, a través de la expansión de la Unión Europea y la OTAN, ha revivido ahora, y se ha enfrentado a Vladimir Putin de una manera que ni él ni Xi Jinping esperaban.”

La libertad y la democracia son conceptos aplicados en política desde hace relativamente muy poco. Muy, muy poco. Descontando los raros casos a lo largo de la historia, la democracia recién empieza a convertirse en algo mainstream en el siglo 20, aún cuando su origen sea antiguamente griego: dêmos = pueblo, y krateîn = gobernar. Pero para los griegos esta no era una forma óptima, ni su favorita, porque el pueblo es ignorante, susceptible a manipulaciones y a gobernar con emociones. Su degeneración es la dictadura de la mayoría, o la oclocracia (ochlos = multitud o masa). Ademas, los griegos tenían esclavos y suprimían el sufragio universal, condiciones fundamentales de la democracia moderna.

Uno de sus primeros ejemplos modernos es la famosa mancomunidad polaco-lituana de la que Ucrania fue parte antes de ser parte de Rusia, donde se limitaba el poder del monarca con leyes y una cámara legislativa. El caso más famoso de limitación de poder de un rey es el Bill of Rights británico de 1689. El mejor ejemplo de lo que usamos ahora mundialmente es la constitución de Estados Unidos de 1776, ratificada en 1789. Ese mismo año, con la Revolución Francesa, se promulga la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Hannah Arendt toca el tema muchas veces en sus Orígenes del Totalitarismo; rescato la frase que define mejor lo que sucedió:

“La Declaración de los Derechos del Hombre a finales del siglo XVIII fue un momento decisivo en la Historia. Significaba nada más ni nada menos que a partir de entonces la fuente de la Ley debería hallarse en el Hombre y no en los mandamientos de Dios o en las costumbres de la Historia. Independiente de los privilegios que la Historia había conferido a ciertos estratos de la sociedad o a ciertas naciones, la declaración señalaba la emancipación del hombre de toda tutela y anunciaba que había llegado a su mayoría de edad.”

“Como los Derechos del Hombre eran proclamados «inalienables», irreducibles e indeductibles de otros derechos o leyes, no se invocaba a autoridad alguna para su establecimiento; el Hombre en sí mismo era su fuente tanto como su objetivo último. Además, no se estimaba necesaria ninguna ley especial para protegerlos, porque se suponía que todas las leyes se basaban en ellos. El Hombre aparecía como el único soberano en cuestiones de la ley de la misma manera que el pueblo era proclamado como el único soberano en cuestiones de Gobierno. La soberanía del pueblo (diferente de la del príncipe) no era proclamada por la gracia de Dios, sino en nombre del Hombre; así es que parecía natural que los derechos «inalienables» del hombre hallaran su garantía y se convirtieran en parte inalienable del derecho del pueblo al autogobierno soberano.”

Es con esta declaración que se eleva por primera vez al individuo al mismo nivel del estado; sin estas ideas no podríamos estar pidiendo ni reclamando ningún respeto de parte de un gobierno abusivo y opresor. Pero, dice Arendt, estos derechos y esta declaración son una abstracción, un ideal, una teoría; y ya sabemos que “en teoría, no hay diferencia entre práctica y teoría; en la práctica sí la hay”. Después viene lo que Hannah llama en un capítulo completo La Decadencia de la Nación-Estado y el Final de los Derechos del Hombre. Empieza aquí la historia moderna de los totalitarismos que generaron la Primera y la Segunda Guerra Mundial. “Los Derechos del Hombre, supuestamente inalienables, demostraron ser inaplicables—incluso en países cuyas Constituciones estaban basadas en ellos—allí donde había personas que no parecían ser ciudadanas de un Estado soberano”.

El primer conflicto que genera esta declaración es un “conflicto secreto entre el Estado y la nación” que “surgió a la luz precisamente al nacer la moderna Nación-Estado, cuando la Revolución Francesa combinó la Declaración de los Derechos del Hombre con la exigencia de la soberanía nacional. Los mismos derechos esenciales eran simultáneamente reivindicados como herencia inalienable de todos los seres humanos y como herencia específica de específicas naciones, la misma nación era simultáneamente declarada sujeta a las leyes que supuestamente fluirían de los Derechos del Hombre y soberana, es decir, no ligada por una ley universal y no reconocedora de nada que fuese superior a sí misma”. Pero las fronteras políticas son políticas, y no necesariamente reconocen a naciones como estados; y peor aún, hay personas que se quedan sin nacionalidad, como la misma Arendt. Hay guerras, persecuciones, crisis, hambrunas, ganas de moverse—migraciones. Y “el primer gran golpe asestado a las Naciones-Estados con la llegada de centenares de miles de apátridas fue que el derecho de asilo, único derecho que había llegado a figurar como símbolo de los Derechos del Hombre en la esfera de las relaciones internacionales, comenzó a ser abolido”. Para entender este tema de las naciones, las nacionalidades y los estados, y lo nuevo de este concepto, nada mejor que esta nota que deja la alemana en un capítulo:

“El American Friends Service Bulletin (marzo de 1943) publicó el inquietante informe de uno de sus agentes en España, quien se había enfrentado con el problema de «un hombre nacido en Berlín, Alemania, pero que es de origen polaco porque polacos eran sus padres y que es por eso... apátrida; sin embargo, reivindica la nacionalidad ucraniana y ha sido reclamado por el Gobierno ruso para su repatriación y alistamiento en el Ejército  Rojo».”

¿Dónde nace el camba? ¿Qué es un new-yorker? Catalina la Grande nace en Pomerania, Prusia, y se convierte en emperatriz de Rusia; Prusia es ahora parte de Alemania y Polonia y los países bálticos. Años antes, bajo Carlos XII, Pomerania era territorio sueco, y éste muere intentando conquistar Noruega. Finlandia era parte de Suecia, luego del imperio ruso; ahora ferozmente independiente, como quieren ser los ucranianos. A todo esto, la Pomerania de Catalina es ahora parte de Polonia, que en algún momento fue la nación más grande de Europa cuando ejerció cierto tipo de democracia y era un solo estado con Lituania, y que luego dejó de existir gracias a Prusia, Austria y de Catalina su Rusia. Y Polonia volvió a existir cuando volvieron a nacer los estados-naciones en 1918, y volvió a morir a manos alemanas y rusas, a manos de regímenes totalitarios, hasta que llegó lo que conocemos como el mundo libre, un mundo de anti-imperialismos y de fronteras estables. ¿Te das cuenta de lo nueva que es la idea de que las fronteras no deben moverse? Pensá que la Alemania de hoy recién nació en la década del '90. Pensá en que hasta esa misma década existía un país llamado Yugoslavia, y otro llamado Checoslovaquia. Estos países jugaron mundiales de fútbol. Pensá que hay una parte de Alemania que solo ha ganado uno de los cuatro mundiales que ha ganado el resto del país. Acudo a la FIFA porque es tan grande como la ONU—si no más grande—, y tiene reglas más duras para con las intromisiones del estado.


Los regímenes totalitarios buscan dominar enteramente al individuo. Lo hacen mediante “la destrucción de los derechos del hombre” y “la muerte en el hombre de la persona jurídica”. A raíz de esto, poquito antes de la OTAN, se declaran en París el 10 de diciembre de 1948 los sucesores de los Derechos del Hombre, que son los Derechos Humanos. Después vino el reciente derecho de autodeterminación de los pueblos. Sobre esta base se rigen desde entonces las relaciones entre estados, y entre estados e individuos. Estos fueron declarados en la ONU, institución creada en 1946, al final de la Segunda Guerra Mundial, para “mantener la paz y seguridad internacionales”. Un experimento nuevo, quizá otra teoría, pero uno que nos está forzando a co-existir en la práctica. Recién luego de esta gran guerra que duró entre 1914 y 1945, aunque la partamos en dos, es que nace el respeto por la libertad y la democracia. Se descoloniza el África y el Asia (América les precedió con poco más de un siglo), Europa empieza por primera vez a respetarse fronteras, y nacen organizaciones como la ONU y la OTAN para garantizar que vivamos en un mundo nuevo, que recién existe desde el siglo 20: a principios del 1900, apenas el 19% de los países del mundo vivía en democracia, y la mayoría no lo hacía sino desde hace 50 años. Y sin embargo es algo que damos por sentado.


Vuelvo a la OTAN y Ucrania y la Unión Soviética. Nace la primera en 1949, la tercera se consolida en el Pacto de Varsovia firmado en 1955 como re-reacción. Ambos se enfrentaron durante 46 años en la Guerra Fría, guerra sin guerra que duró desde el '45 hasta el '91.


La OTAN largó el '49 con USA, Canadá, Bélgica, Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y el Reino Unido. El '52 entraron Grecia y Turquía. El '55 Alemania. España recién el '82, coincidentemente año en el que organizaron un mundial de fútbol. En 1990 se disuelve la Unión Soviética, y pareciera que se acaban los conflictos... en teoría. Supuestamente, la OTAN le promete a Rusia que no iba a expandir sus fronteras hacia Europa del Este, que no iba a tocar Rusia, que no iba a “anexar” territorios... pero esto no está firmado en papel, no se ha puesto por escrito—algo que hoy reclama Putin que se haga—, Gorbachev niega que se haya discutido, y además, los países que eligen ingresar a esta Organización no lo hacen por obligación sino por decisión propia. Desde afuera, parece que lo piden a gritos. Una cosa es elegir mediante un referéndum para ser parte de un tratado, y otra muy diferente es que un Estado te obligue a ser parte de él a la fuerza. En 1999 ingresan Polonia y Hungría, que habían sido soviéticas a medias; el mismo año se integra la República Checa. El 2004 entran Bulgaria, Rumania, Eslovaquia y Eslovenia, y las acompañan las ex-repúblicas soviéticas de Estonia, Lituania y Letonia (países bálticos). El 2009: Croacia y Albania. El 2017 Montenegro. El 2020 Macedonia del Norte.

Fuente: Statista

Ucrania empieza su amistad con la OTAN en 1992. El '97 se crea la Comisión OTAN-Ucrania. El 2002, Leonid Kuchma, el presi que firmó el tratado de amistad con Yeltsin, firma el Plan de Acción Ucrania-OTAN. El 2004, la Organización mete soldados a Ucrania. el 2008 se hace la solicitud de adhesión y se recibe la invitación. El 2010 el presi Yanúkovich, apoyado por Putin, da todos los pasos atrás. El 2014 pasa el Euromaidán y se armó la gorda.

Una solución que se plantea al actual conflicto es que Ucrania desista de sus intenciones de entrar a la OTAN (y que ceda el Donbás y Crimea), porque su ingreso amenaza la soberanía rusa. Pero, como podemos ver en el mapa, la OTAN ya toca Rusia hace muchos años. Lo que vemos ahora es un intento totalitario, imperialista y expansionista puro. Un deseo de una sola persona de reconstruir un zarato y no respetar la autodeterminación de un pueblo—al que además no reconoce. Y si Ucrania quiere ingresar a la OTAN, y también lo quieren ahora Suecia y Finlandia, el motivo es el mismo que el de Turquía y, sobre todo, el de los países bálticos. Estos lo dejaron claro en varios comunicados: si no fueran parte de la OTAN, ya hubieran vivido lo que vivió Georgia y lo que está viviendo ahora Ucrania, un país que resumió meses antes de la invasión rusa todos sus problemas históricos, y los de sus vecinos, con un meme en un tuit.

Que la paz esté con ustedes, con su cabeza, y con su espíritu.


Ucrania, Stalin y los Nazis, con Hannah Arendt
Arendt nos deja frases atemporales para entender el comportamiento de Putin, su expansionismo y falta de empatía. Lo que ocurre es de manual, como su narrativa: «Es indiscutible que un plan para la conquista mundial implica la abolición de las diferencias entre la madre patria y los conquistados».
👈🏽 ¿QUÉ PASA EN UCRANIA?, CAPÍTULO 6

Russia vs Occidente y las naciones-estado, con Putin y Zelensky
Rusia vs Ucrania, vs la OTAN, es una de las batallas más importantes en esta guerra del respeto a la libertad y la democracia. Hablamos ya del mundo libre y Occidente: así es como ve hoy Putin esta relación, y así es como se dirige a este mundo el presidente Zelensky. Eso, y las naciones-estado.
¿QUÉ PASA EN UCRANIA?, CAPÍTULO 8 👉🏽

#Ucrania#más sentido común, por favor#Hannah Arendt


The Weakness of the Despot
An expert on Stalin discusses Putin, Russia, and the West.