Séneca: el peligro del epicureísmo

Pero no obstante, esos mismos necios, caprichosos y expuestos a la amenaza del arrepentimiento, experimentan grandes placeres, de modo que es menester confesar que están tan lejos de toda molestia como del buen sentido; y (como ocurre a muchos) tienen una locura alegre y se enajenan entre risas.

Séneca: el peligro del epicureísmo
Contexto Condensado

Sigamos un poco la línea crítica contra el epicureísmo por parte del estoicismo, antes de volver a la defensa. Lo hacemos con un texto cortito de Séneca, a quien volvemos, porque deja clara la línea que diferencia a Epicuro de los epicúreos: el primero es sobrio, los segundos sólo buscan una justificación para “sus desenfrenos”. Pasa lo que muchas veces pasa: que elegimos una ideología, una bandera política, una filosofía, no para aprender ni para tomar como guía, sino porque dice lo que nos conviene.

Te traigo el capítulo 12 (de un total de 28) de su ensayo De la felicidad, en latín, De vita beata. Beatus significa feliz, bendito, bendecido, rico, próspero. Te la dejo ahí.

Autor: Séneca

Libro: De la Felicidad (año 58)

Capítulo 12: El peligro del epicureísmo

“Les irá mal –dices— porque intervienen muchas circunstancias que perturban su ánimo, y las opiniones contrarias inquietarán su mente”. Concedo que sea así; pero no obstante, esos mismos necios, caprichosos y expuestos a la amenaza del arrepentimiento, experimentan grandes placeres, de modo que es menester confesar que están tan lejos de toda molestia como del buen sentido; y (como ocurre a muchos) tienen una locura alegre y se enajenan entre risas. Por el contrario, los placeres de los sabios son apacibles y moderados, acaso débiles, concentrados y apenas visibles; pues vienen sin ser llamados, y cuando llegan espontáneamente no son recibidos con honores ni con gozo alguno por los que experimentan, pues los mezclan en la vida como el juego y la diversión entre las cosas serias. Déjese pues, de unir cosas incompatibles y de enlazar el placer con la virtud, vicio con el que se adula a los peores. El hombre sumido en los placeres, siempre ahíto y ebrio, por saber que vive con placer, cree vivir también con virtud; pues oye que el placer no puede separarse de la virtud, y entonces da a sus vicios el nombre de sabiduría y ostenta lo que debiera ocultar. Así, no se entregan a la sensualidad impulsados por Epicuro, sino que dados al vicio, esconden su corrupción en el seno de la filosofía, y acuden donde oyen alabar el placer. Y no consideran cuán sobrio y seco es el placer de Epicuro (al menos así lo entiendo yo), sino que se precipitan hacia ese nombre, en busca de una autoridad y de algún velo para sus desenfrenos. Y así pierden lo único bueno que tenían entre sus males, la vergüenza del pecado; pues alaban aquello de que se sonrojaban y se envanecen del vicio; por esto ni siquiera es posible a la juventud enmendarse, puesto que se aplica un título honroso a una indolencia vergonzosa. Ésta es la razón de que ésa alabanza del placer sea perniciosa: los preceptos virtuosos quedan ocultos; lo que corrompe está manifiesto.


Nombra a:

Epicuro - Conectorium
Ἐπίκουρος (Epikouros, «aliado» o «camarada»), también conocido como Epicuro de Samos (341 a. C. – Atenas, 270 a. C.), fue un filósofo griego. Estableció su propia escuela en Atenas, conocida como el “Jardín”, donde permitió la entrada de mujeres, prostitutas y esclavos. Los aspectos más destacados d…

Cf. de Conectorium:

Epicteto: Contra epicúreos y académicos
Si alguien viene y te dice: «date cuenta de que no hay nada conocible, todo es incierto», o te viene otro con «créeme: no hay que creer en ningún hombre»; u otro con «aprende de mí que no es posible aprender; yo te enseñaré». ¿En qué difieren de éstos los que a sí mismos se llaman académicos?

#latín#epicureísmo